Dra. Rosaura Rojas Monedero
En el fulgor de las ideas yace el legado imperecedero de Johan Galtung, un visionario incansable cuya vida fue un faro de esperanza y transformación. Con profunda tristeza, el mundo contempla la partida de un titán intelectual cuyo fervor por la paz y la justicia resonó en cada rincón del planeta.
Galtung, con su genio inigualable, trazó senderos de concordia y entendimiento en un mundo a menudo enredado en los hilos de la discordia y el conflicto. Con la pluma como su espada y la palabra como su escudo, desafió las convenciones establecidas, desentrañando los nudos de la violencia estructural y abriendo horizontes de reconciliación.
Sus reflexiones profundas sobre la violencia y la paz, sus incansables esfuerzos por promover la resolución no violenta de los conflictos, y su dedicación a la construcción de puentes entre culturas y naciones son testimonios indelebles de su grandeza humana.
En el crisol de sus enseñanzas, aprendimos que la paz no es solo la ausencia de guerra, sino un tejido complejo de justicia, equidad y respeto mutuo. Galtung nos recordó que la verdadera paz nace de la comprensión, la empatía y la voluntad de buscar soluciones que honren la dignidad humana.
Su espíritu inquieto, su perspicacia sin par y su compromiso infatigable con un mundo más justo y equitativo seguirán inspirando a las generaciones venideras a alzar la voz contra la injusticia y a sembrar las semillas del cambio transformador.
En este momento de duelo, recordamos con gratitud y admiración la vida y obra de Johan Galtung, cuyo legado perdurará como un faro de luz en la oscuridad, guiándonos hacia un futuro de paz, justicia y esperanza.
Descansa en paz, querido Johan Galtung (Oslo, 24 de octubre de 1930-Bærum, 17 de febrero de 2024)
Tu voz resonará eternamente en los corazones de aquellos que anhelamos un mundo mejor.